never say never

BUENAS NOCHES

Sábado frío, no apetece salir, sólo apetece rodearse de mantas de delfines.

Ya tengo mi carnecillo de conducir, aún en versión espiritual, pero en breve será factible. Voy a echar de menos a ese Renault Megane y mis clases filosóficas sobre la decisión en las glorietas. Sigo sin saber si mi inutilidad terndrá premio porque en ningún lado veo mi nombre junto con una nota de alguna asignatura. Es bonito vivir siendo ignorante de algo así.

Echo de menos el verano. Echo de menos a tantos.

Me acompaña la música de Never can say goodbye, que casualmente fue número uno el mismo año que nací yo, por eso me la he bajado. En mente tengo cosas vanales y dos películas: Requiem por un sueño, que me dejó ayer impactada y Yo soy Sam, película que me hizo superar el record de Forrest Gump en lágrimas, a la media hora ya estaba inundada mi casa. No he tenido más remedio que comprarmela de segunda mano (a mi estilo, no podía esperar).

There's a very strange vibration

Piercing me right to the core

It says turn around you fool

You know you love him more and more

Never can say goodbye (mejor di hasta luego)

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